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El arte transforma vidas

Descubrir diferentes lenguajes a través de las artes escénicas ha permitido a los niños y jóvenes del 'Grupo de Teatro Arlequín' en Pasto, reconocer el cuerpo y la palabra como instrumentos de transformación social, por medio, del abordaje de temas relacionados con la construcción de escenarios de paz, la prevención temprana del reclutamiento infantil y el papel de las instituciones educativas, locales, las familias y la comunidad, en la protección de los derechos de la niñez.

El trabajo de los niños y jóvenes de la Institución Educativa Luis Eduardo Mora Osejo donde se desarrolla la iniciativa, ha sensibilizado a la comunidad ha ser parte de este proceso, sumando esfuerzos que permitan ofrecer a los niños y jóvenes del sector un presente y un futuro con oportunidades y proyectos de vida lejos de la violencia.

Agudizar los sentidos a través del arte para tener una mirada crítica y reflexiva de las diferentes realidades que se viven a diario, permite que se fortalezca la construcción de entornos protectores y se trabaje paso a paso en la formación de líderes que sean actores claves en el progreso de toda una comunidad.

Música y letras que hacen vibrar corazones

Mantener alejados a los niños y jóvenes de factores de riesgo como el microtráfico y el reclutamiento forzado en el barrio Minas del Paraíso en Barrancabermeja, ha sido un trabajo comprometido de la Agencia Colombiana para la Reintegración con el fortalecimiento de la iniciativa de la banda musical C7. Este proceso no solo ha logrado la formación musical de los participantes sino que ha brindado un acompañamiento constante a los niños y adolescentes, a sus familias, con el propósito de reconocer de manera más profunda su vivir, su contexto y atender bajo una asesoría institucional y profesional sus demandas e inquietudes.

Esta exploración creativa por medio de la música, ha logrado que los niños y jóvenes desarrollen habilidades y aptitudes que les han permitido fortalecer su autonomía, su disciplina en el hacer, su capacidad de trabajar en equipo y de construir colectivamente sueños. Sus letras trascienden en la reflexión de una realidad que no es ajena a la violencia pero donde sueñan se puede trabajar para transformar, forjar valores y llevar mensajes de reconciliación que hagan ´ruido´ en el corazón de las personas que escuchen su música.

Música que une, trasciende, libera. Música que aleja a los niños y jóvenes de la guerra.

Pintando sueños, construyendo paz en Montería

La Agencia Colombiana para la Reintegración ha fortalecido entornos culturales, lúdico recreativos, deportivos y teatrales en el barrio Mocari, sector Paz del Norte en Montería, donde se han beneficiado más de 60 niños de la comunidad en el marco del proyecto Mambrú no va a la guerra, este es otro cuento. Estos espacios se comprometen a brindar entornos protectores donde los niños puedan disfrutar de actividades propias de su edad como jugar, aprender, explorar y compartir, bajo el cuidado de un equipo de trabajo responsable que lucha día a día por un presente y un futuro mejor para la niñez.

En el proceso se han fortalecido escenarios de diálogo que motivan a los niños y jóvenes de la comunidad a reflexionar acerca de los factores de riesgo y problemáticas latentes en el sector como el reclutamiento y el consumo de sustancias psicoactivas; talleres de formación que buscan fortalecer la comunicación con los niños del barrio. La confianza se convierte en uno de los pilares claves para alejarlos de contextos violentos.

Mambrú, sigue cosechando amor, respeto y un trabajo con responsabilidad social que busca llevar a los niños y jóvenes escenarios que contribuyan a descubrir y potenciar sus creatividades y talentos.

Mambrú acompaña a las localidades de Ciudad Bolívar y Kennedy en Bogotá

Mambrú se hace presente en Kennedy fortaleciendo las iniciativas Dragones de la cultura y Espiral de Papel , escenarios artísticos donde los niños reciben formación en artes escénicas, música, comparsa y manualidades. Por medio del arte los jóvenes han encontrado una herramienta para sentir y vivir su barrio, para empoderar su voz y no tener temor a expresar sus inquietudes, para hacer de su tiempo libre un espacio donde comparten experiencias, saberes, aprendizajes y reflexionan sobre los factores de riesgo que pueden poner en peligro su integridad y que están presentes en sus barrios.

Por otra parte, los niños y jóvenes de la Fundación Manos Creadoras en Ciudad Bolívar a ritmo de salsa le han hecho el ´quite´ a la guerra, llevando a diferentes escenarios su disciplina y esfuerzo a través de las coreografías que se han trabajado durante el proceso con Mambrú. Un trabajo que de la mano con el equipo de profesionales de la ACR ha llenado de alegría y proyección las vidas de los jóvenes que participan en el proyecto.

Seguimos sembrando esperanza en los corazones de nuestros protagonistas: los niños y jóvenes de nuestro país.

Esta estrategia de prevención del reclutamiento es implementada por la ACR desde el año 2010. Desde entonces, cerca de 3.500 niños de más de 50 municipios del país han sido beneficiados.

Mediante una puesta en escena que se presentó a través de la comparsa de Alicia en el País de las Maravillas, de la Asociación Dragones de la Cultura del sector de Patio Bonito se promovió el mensaje de la no violencia a cientos de personas que asistieron al recorrido de la “Caminata de la Solidaridad por Colombia” que va en su versión número 38. La cuál salió del Parque Nacional y llegó a las instalaciones del Centro de Alto Rendimiento.

La Fundación Solidaridad por Colombia, en cabeza de la señora Nydia Quintero de Balcázar, cumple 41 años desarrollando programas de servicio a la comunidad que han contribuido a solucionar problemas de la niñez, la juventud, la familia y de los damnificados por desastres naturales. El trabajo social que inició esta mujer desde 1975, se ha fortalecido gracias a la reconocida caminata.