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El deporte como herramienta para la construcción de escenarios de paz


Florencia, Caquetá


La comunidad del barrio Ciudadela Habitacional Siglo XXI ubicado en Florencia (Caquetá), hizo parte de una jornada de integración donde se presentó el impacto que la estrategia ´Mambrú no va a la guerra, este es otro cuento´ ha tenido en el sector, en la construcción de dinámicas que fortalecen los entornos protectores para la niñez. Los problemas que enfrenta el sector en términos de seguridad para los niños, niñas, jóvenes y adolescentes son el consumo de drogas, el incremento de grupos ilegales y la carencia de infraestructura y escenarios de participación donde los niños puedan ser parte de actividades artísticas, deportivas y culturales.


A partir de lo anterior, la Agencia Colombiana para la Reintegración (ACR) ha sumado esfuerzos con diferentes instituciones como el Departamento para la Prosperidad Social (DPS), la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), líderes comunitarios, Ejercito y padres de familia, con el objetivo de articular y movilizar acciones que reduzcan los factores de riesgo a los cuales se ven expuestos los niños y jóvenes del barrio.


En marco del proyecto ´Mambrú no va a la guerra, este es otro cuento´, liderado por la ACR, se ha fortalecido una escuela de fútbol que ha beneficiado actualmente a 35 niños y jóvenes del barrio Ciudadela Habitacional Siglo XXI. El objetivo de esta escuela es brindar no solo un espacio de práctica deportiva, sino también, un punto de encuentro para actividades lúdico recreativas que sensibilicen a los niños y padres de familia en temas de prevención, reclutamiento forzado, entornos protectores, aprovechamiento del tiempo libre, entre otros.


Nelson Valencia, padre de familia de dos jóvenes vinculados a la estrategia, ha participado de los talleres, asegura que el proyecto ha fortalecido la comunicación con sus hijos y los ha hecho parte de prácticas saludables que fortalecen sus proyectos de vida. “La asistencia a los talleres de Mambrú nos ha servido para mantener a mis hijos enfocados en el deporte y no en la drogadicción y en las otras problemáticas del barrio. También he aprendido a convivir mejor con ellos, a dialogar y generar más confianza”


El deporte ha llevado a Florencia una oportunidad para transformar entornos violentos en escenarios de sana convivencia, diálogo, aprendizaje y reconciliación. Hoy la comunidad se llena de alegría al ver a los niños y jóvenes en ´otro cuento´, un cuento que los aleja de la guerra.





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