Las artes escénicas se han convertido en herramientas de construcción de paz para los niños, niñas, jóvenes y adolescentes del 'Grupo de teatro Arlequín' de la Institución Educativa Luis Eduardo Mora Osejo de la ciudad de Pasto. Esta iniciativa cuenta con el apoyo de la Agencia Colombiana para la Reintegración (ACR) desde el año 2013, en el marco del proyecto 'Mambrú no va a la guerra, este es otro cuento'.
Oswaldo Villota, director del grupo de teatro Arlequín, de la mano con los niños y jóvenes del sector, ha trabajado de manera constante y comprometida en el fortalecimiento de un escenario donde se motiva a la niñez a ver el mundo desde una perspectiva lejos de la violencia. Este proceso dio vida a la obra 'Un niño enamorado de la luna' la cual se presentó en el Instituto Nacional de Educación Media- INEM y contó con la asistencia de líderes sociales, comunidad y padres de familia.
Andrés Ordoñez Villota, profesional a cargo de la atención psicológica de la ACR, resalta la importancia de trabajar con los niños y jóvenes de la comunidad educativa en expresiones culturales que les permitan un adecuado aprovechamiento del tiempo libre y el reconocimiento de los factores de riesgo que se presentan en el sector, con el fin de que se reconozcan como líderes sociales en la construcción de una mejor sociedad.
“la paz se construye dentro de las comunidades. Es primordial que desde el colegio, desde las primeras instancias donde ellos empiezan a tener contacto con la realidad que se construye a nivel social, puedan abordar estos temas, puedan empezar a tener un pensamiento crítico y analítico sobre cómo se construye paz, empezando a tener una formación en valores que nos permita construir desde la base, un mejor país” afirmó Ordoñez.
'Mambrú no va a la guerra, este es otro cuento', no solo se ha comprometido con los niños y jóvenes del sector, sino también, con los padres de familia que han encontrado en el proceso una oportunidad para generar lazos de confianza con sus hijos, esto les ha permitido responder oportunamente a sus inquietudes fortaleciendo los entornos familiares.
“Nosotros como padres debemos aprender a conocer a nuestros hijos, uno logrando estar con ellos, empieza a entender y saber que diariamente ellos necesitan el apoyo de nosotros, es clave estar pendientes y reconocer sus necesidades. En Mambrú los niños permanecen ocupados en algo creativo, actividades que les permite ser espontáneos y buscar alternativas para salir adelante, uno aprende con ellos a su paso”. Patricia Tovar, madre de familia.
La Agencia Colombiana para la Reintegración sigue paso a paso vinculando a toda la comunidad en este proceso, que busca que los niños y jóvenes de los 38 municipios de Colombia donde se desarrolla la iniciativa 'Mambrú no va a la guerra, este es otro cuento' puedan potencializar sus habilidades, aprendizajes y encuentren en el arte, una manera de darle un 'No' rotundo a la guerra.