La Agencia Colombiana para la Reintegración avanza en su compromiso de fortalecer entornos protectores para los niños, niñas, jóvenes y adolescentes de la localidad de Ciudad Bolívar a través de la articulación con la Fundación Manos Creadoras. Esta articulación institucional ha promovido escenarios culturales que han permitido que los niños y jóvenes del sector encuentren en el arte una oportunidad de descubrir y reconocer sus habilidades, llevando mensajes de paz, reconciliación, ejemplo y esfuerzo, que visibilizan que sí es posible transformar contextos donde el conflicto y la ilegalidad pone en riesgo el presente y el futuro de la niñez.
Nubia Rincón, Asesora de Ciudadanía de la Agencia Colombiana para la Reintegración, emprende un nuevo espacio de participación donde la comunicación es el eje central. La propuesta busca que los niños y adolescentes de la localidad, desarrollen su potencial creativo a través de ejercicios de radio, comprensión de lectura, exploración del manejo de la voz, vocalización y expresión oral.
“Lo que nosotros queremos con nuestros niños, niñas, jóvenes y adolescentes de nuestro país, es la proyección a futuro, esa proyección donde nosotros vayamos quitándole hijos a la violencia y se los vayamos entregando a unos espacios de comunicación, de valores, a prácticas donde se fortalezcan sus capacidades y así, se pueda contribuir al adecuado uso de su tiempo libre y esto lo logramos a través de estas actividades” afirmó Nubia Rincón.
El primer taller de este proceso de formación tuvo lugar en la Fundación Manos Creadoras y contó con la participación de 45 niños del sector. A partir de actividades lúdico recreativas se hizo un acercamiento al lenguaje radiofónico, por medio de trabalenguas, poemas y experiencias de vida, se motivó a los niños a expresar sin temor sus inquietudes, anhelos y aprendizajes.
“Aprendí a controlar más mi lenguaje y compartir mejor con mis amigos porque esto nos enseña a comunicarnos mejor con las demás personas y a respetarlos” comenta Diego Fernando Bravo Gómez, participante del proyecto Mambrú no va a la guerra, este es otro cuento.
Los niños y jóvenes recibieron con alegría la propuesta y esperan motivados el segundo taller que dará lugar a la creación de un noticiero, donde los participantes asumirán roles, darán vida a nuevos personajes y exploraran otras formas de contar. Narrativas que buscan no solo que ellos apropien conceptos técnicos sino que se despojen de su timidez y reconozcan el valor y la importancia de trabajar en equipo.
El fortalecimiento de estos espacios contribuye en la formación de jóvenes líderes que asumen otros caminos para creer en un proyecto de vida lejos de la violencia; se busca generar un efecto multiplicador donde sean ellos mismos los que a través de su ejemplo enseñen a otros la importancia de trabajar por sus sueños, de aportar a la construcción de una sociedad más justa que reconozca sus derechos y que logre colectivamente encaminar criterios en pro, a un presente y futuro más próspero para las nuevas generaciones.