Una comunidad indígena del Putumayo se favorece de la estrategia ‘Mambrú no va a la guerra’ haciendo que los más pequeños aprendan y apropien sus costumbres, con el fin de que el paso del tiempo no termine borrando su identidad. Los jóvenes y niños de este resguardo indígena aprenden de los más grandes a través de ‘El canasto de la sabiduría’, una técnica con la que adquieren conocimiento ancestral.