Nidia es mona de ojos claros, su mirada inspira calma, habla tranquila y pausadamente, su rostro denota alegría, quien la viera no imaginaria que es desmovilizada de la guerrilla de las Farc porque pareciera como si no le hiciera daño ni a una mosca.
Quizás tanta belleza hizo que se fijaran en ella. A los 14 años fue reclutada por el grupo y se convirtió en la esposa de uno de los cabecillas, tiempo después quedó embarazada y su hija la dejó al cuidado de su mamá.
Ella siguió en el grupo, luchando por ideales, pero un día se cansó. “Quise volver a la civilización, mi hija estaba creciendo y no la había ni registrado, y yo por mi parte no tenía ni cédula de ciudadanía, así que renuncié a todo para iniciar una vida desde cero”, cuenta Nidia.
El comienzo como todos, no fue nada fácil, pero con el apoyo de su familia y la Agencia Colombiana para la Reintegración (ACR), logró terminar su estudios de secundaria, y posterior a esto se graduó del SENA.
La vida de Nidia ha cambiado del cielo a la tierra, actualmente previene el reclutamiento forzado de niños, niñas, jóvenes y adolescentes como promotora del programa “Mambrú no va a la guerra, este es otro cuento” en Montañas del Totumo, corregimiento ubicado a dos horas de Paz de Ariporo, en el departamento de Casanare.
Mambrú no va a la guerra
Este programa implementado en todo el país nace en Montañas del Totumo para hacerle frente a varias situaciones vividas por los niños y jóvenes.
“Esta es una zona vulnerable porque los paramilitares tenían una base, y pese a que se desmovilizaron de manera colectiva, quedaron muchas cosas que no eran buenas; permanecieron las familias de los muchachos que hicieron parte del conflicto, y los niños que crecieron con la mentalidad de que las armas eran una forma de tener poder”, explica Nidia.
Es por esto que la ACR en Casanare trabaja para generar espacios culturales, lúdicos y recreativos, de manera que los NNJA puedan invertir adecuadamente el tiempo libre.
La banda marcial
Con el apoyo de alcaldía, gobernación y diferentes instituciones públicas y privadas los estudiantes del colegio Simón Bolívar se han capacitado en el manejo de instrumentos musicales para la banda de la institución, así mismo reciben información de prevención del reclutamiento y consumo de sustancias psicoactivas.
El cierre
Durante la clausura del programa en Montañas del Totumo, los NNJA marcharon por el corregimiento; Samuel Antipara, líder comunitario hizo una reflexión del evento, y estudiantes expusieron coplas y poemas alusivos a la paz.
Faltando poco para un momento tan crucial como es la firma del acuerdo paz, Nidia expresa que la reconciliación es volver a estar bien con la sociedad, agradece a quienes han creído en ella y le han tendido una mano amiga para ayudarla a salir adelante y dice que gracias a la reintegración aprendió a resolver los conflictos sin necesidad de utilizar medios violentos, argumenta también que “la paz no depende de que se desmovilice un grupo armado o no, depende del actuar bien de todos los seres humanos”.